Los platillos, platos, latos, címbalos o cimbales son instrumentos de percusión de sonido indeterminado, lo que significa que las notas no tienen una altura definida. Pertenecen a la familia de los idiófonos, por lo que el sonido se produce entrechocando uno con otro o percutiéndolos con baquetas. ¹​

Cabe citar el caso del baterista Terry Bozzio al cual la fábrica Sabian le creó varios platillos con notas musicales específicas, con los cuales puede tocar melodías en sus conciertos solistas. Terry también posee dos octavas completas en pequeños toms y tambores más grandes. Muchas personas lo recordaran junto a Frank Zappa.

Se trata de ocho discos cóncavos de metal, que normalmente están hechos de una aleación de bronce o latón. Si bien los platos utilizados en las orquestas de cierto nivel están hechos de una mezcla de cobre, plata y estaño. Sus centros están agujereados para que, en el caso de ser entrechocados, se pueda pasar una correa de cuero o de piel que sirve de asa o abrazadera en su parte trasera; o bien, en el caso de platos suspendidos, el instrumento pueda introducirse en el soporte. Su tamaño influye directamente en la sonoridad, a mayor tamaño o grosor mayor potencia sonora.²​